martes, 8 de abril de 2008

SEMANA SANTA

Tetela de Ocampo, Puebla... escenario del calvario de Dios nuestro señor...
La iglesia del pueblo ( la religión católica) esta de luto por el aniversario luctuoso de su creador...

Ofrecen una representación fiel de la pasión de Cristo... comenzando con su aprehensión...

En la fría y triste noche, los amarres y bendajes exclusivos para el "criminal" de la noche, incluyendo una corona de espinas para el rey de reyes...las antonchas iluminando el camino, los soldados deteniendo a los "reveldes" que obstruyen su destino...

A la mañana siguiente, el sol asoma su calidez, lo único positivo que se respira en el aire: soledad, tristeza, llanto, son los sentimientos que sobresalen la mañana de la crucificción de Cristo, para muchos nuestro salvador...

La iglesia atestada de feligreses, que esperan con dolor, el cruel destino del hijo de Dios...


Tanta es la gente que es imposible el paso, poder documentar el recorrido de tan anunciado acontecimiento se vuelve también nuestro calvario, ya que sólo en hombros se logran tomar fotografías...


El tiempo esta contado, comienza el pesado recorrido de nuestro protagonista a su cruel final... los soldados no permiten el paso de los seguidores de la fe, el camino empedrado y empinado hace el transitar más largo y doloroso...

Los soldados lucen orgullosos sus lanzas custodiando el camino del sacrificado, montando sus vistosos caballos, sin tener el menor remordimiento de sus actos...


Caminando con todas sus fuerzas, el hombre-Dios, carga nuestro destino, nuestros pecados, nuestra redención...


Se desploma de manera estrepitosa, dejando caer la cruz en su espalda, no puede más con su pesada carga. No obstante, los soldados siguen escupiendolo, insultandolo, golpeandolo sin compasión alguna...mofándose todo el camino, del horrible destino del acusado...



Jesús de Nazaret cae tres veces, demostrando en su rostro el dolor y sufrimiento que emana su cuerpo, soportando las bajezas de todos los hombres que rien desaforadamente...


El camino es largo, pesado, sinuoso, empinado, y solo lleva a un solo lado: la montaña, donde Cristo será sacrificado...

El sol se vuelve insoportable, desapareció la calidez que demostró al inicio de la jornada, está en contra de lo acontecido, no soporta ver sufrir a su creador...




La gente se amontona para ver al redentor, tratando de contener el llanto...


El momento final... los fieles se arrodillan ante nuestro señor, llorando desconsoladas la suerte del redentor... los soldados le entierran clavos en manos y pies, atravesándolo por completo...



Han logrado su cometido, el hijo de Dios ha sido sacrificado... sus palabras: "Señor mío, perdónales, porque no saben lo que hacen".

El clima cambia estrepitosamente, de un calor sofocante a un escalofriante aire frio... la profesía se ha cumplido...

No hay comentarios: